martes, 24 de enero de 2012

¿Hasta cuándo, "mi amor"?

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"No tienes  ni idea de cuan difícil es forzarme a parar de pensar en ti, algunas veces".

Dice que me quiere hacer feliz, supongo que por eso me siento tan triste; dice que me quiere ver siempre sonreír, quizá por eso las lágrimas están saliendo de mis ojos; quiere que ría con él, tal vez por eso haya llorado en su presencia y más aún cuando estaba sola; quiere que sea feliz junto a él, por eso a veces me hace sentir tan infeliz algunas veces; no me quiere perder nunca, y por esa misma razón me da razones para irme y no volver.

Pide bastante, quiere demasiado, hace algunas cosas, ocasiona muchas. Supongo que es típico en él. Siempre quiere ganar, nunca quiere perder. Se enoja cuando él es el culpable de las cosas que uno dice en un momento de desesperación, ¿quién lo entiende? Después de lastimarte diciendo cosas sin sentidos, de hacer cosas que sabe que te van a doler, actúa como si nada hubiera pasado. Le gusta que le pidan perdón, pero a él no le gusta pedirlo.

Es raro, es único, lo odio, lo amo, me encanta, me da asco su forma de ser. Dicen que tienes que aceptar a las personas como son… y es que a veces puede ser tan lindo, tan dulce, tan tierno… me puede hacer sentir como la única mujer en la tierra, la más hermosa, la más perfecta, la más inteligente… y a veces puede ser un idiota, un imbécil que solamente quiere creerse el mejor del mundo, siendo egoísta, pensando en lo que él necesita para ser feliz.

Dicen que él me ama, nadie lo ha negado, pero también dicen que ama “saberlo todo”, algunas veces no tiene la razón, le encanta saber todo, le encanta manipularme, es mayor, sabe como hacerlo, se fija en lo malo, al igual que yo.

Dice que le llegué, que no lo joda, que no lo moleste, cada vez que trato de usar un poco de madurez en alguna situación, todo termina exactamente todo menos bien, es raro. Dice que se siente triste conmigo, que no es feliz, le pregunto que hace con alguien así, y él también se pregunta que hace con una persona que piensa lo peor de él… no se aburre, no se cansa, me pregunto que espera. También dice para que todo esto se acabe, pero que yo lo acabe, no él… yo no quiero, él tampoco, pero no es feliz, a veces yo tampoco. Admito a ver llorado por él en las madrugadas, a ver perdido mi tiempo torpemente en la computadora o en mi celular solamente para hablar con él, porque en esos momentos nada más me importaba, admito a ver imaginado momentos juntos cuando estábamos lejos, admito a ver deseado que ninguno de esos besos se acaben.

Mi intención no es criticarte, pues te amo como jamás pensé que lo haría con alguien, me enamoraste, me enseñaste tantas cosas, me demostraste como es sentirse querida, como es dar todo por aquella persona que quieres demasiado. Me gustas, me encantas, me enamoré sin si quiera pensarlo dos veces, me haces quererte, extrañarte, llorarte, pensarte, soñarte, entre tantas cosas.

Me he dado cuenta con el paso del tiempo, que no puedo ser feliz sin ti, pero tampoco puedo ser al 100% feliz estando contigo. No nos vemos mucho, no estamos todo el tiempo del mundo, pero ese poco tiempo es esencial, es perfecto, es hermoso para mí, me hace querer estar contigo siempre… pero cuando estamos separados a veces peleamos, casi siempre, me hace querer alejarme de ti y no volverte a ver nunca más. ¿Entiendes mi ironía?

Ahora, me doy cuenta realmente como eres, y me lastima… me doy cuenta que realmente no eres el culpable de tantas lágrimas como pensaba, y la que estaba buscando a todos los culpables del mundo, era quién realmente lo era.  Sí, yo. Otra vez, yo. Haciéndome daño a mí misma, aguantando cosas de un idiota que puede dar mucho por mí, pero cuando lo necesito realmente está en todo los lugares, en todas las posiciones, menos como yo lo necesito, como yo lo quiero, como me hace falta.

Pensaba hablarle a estas horas de la madrugada, pero no quiero joderlo. Me pongo a pensar en él, y me daña recordar como me rechaza, cuando sé que realmente se muere por aunque sea un maldito abrazo mío, pero no, el enojo le gana. Cuando leo algo que el me escribió, me lastimo más y más… pensar que meses atrás, cualquier mensaje de él me hubiera sacado una sonrisa a estas horas, pero no, ahora no. Me sacan lágrimas, y siento como si me hubieran tirado un balazo directamente el corazón, me hace sentir mal, triste, vacía, sola. Me acuerdo de los buenos momentos, y me pregunto, ¿qué sucedió? Y sé que te prometí llorar, pero si nos damos cuenta, tú eres el único que cumple las promesas –o bueno, hasta ahora, supongo.

El corazón de las personas es débil, es como un cristal, una vez que cae, por más que lo quieras volver a pegar no es lo mismo. Me dañas, ¿piensas que sonríe? Puede que yo lo haya hecho primero contigo, pero eso no va a evitar que las lágrimas salgan.

Te amo, dices “amarme”, me lastimas, lloro, me hablas y caigo como una estúpida una vez más. ¿Hasta cuándo, “mi amor”?